Reflexiones y experiencia acumulada en el Club de lectura infantil

Por Luis Eduardo Vivero.

Cumplimos casi seis meses con el Club de lectura infantil en Iquique, Chile, y me gustaría compartir con ustedes algunas reflexiones y la experiencia que he acumulado hasta el momento.

Preparé un montón la primera sesión, no solo el material, sino que también las actividades y tiempos que le corresponderían a cada uno, ya fuera a la ilustradora Silvia Sugasti o a quien escribe. Como resultado obtuve que las actividades no funcionaron en el orden que había previsto y menos los tiempos. Todo salió más que bien, pero fue una gran sorpresa enterarme de primera mano cuán desafiante podría ser el trabajar con público infantil.

Con Amira y Preguntina en el Filzic

Con Amira y Preguntina en el Filzic 2015, Antofagasta, Chile

¿Pueden creer que estaba un poco asustado al comienzo? Y también un poco serio, por lo cual Silvia saltó al rescate y se puso a jugar con Preguntina, nuestro juguete-herramienta para que los niños lean de forma entretenida. Esa tarde comprendí que necesitaba desarrollar algunas habilidades para este público tan especial. Porque una de las cosas geniales de los pequeñines es que son totalmente transparentes; si les gusta la actividad se les nota en el rostro, y si no, también.

Debido a lo anterior más de una vez tuvimos que modificar al vuelo la actividad que estábamos realizando, sobre todo al comienzo, para ajustarnos a sus tiempos, intereses y necesidades. Recuerdo con mucho cariño a Renata, una fanática de Gaturro; a veces se ponía a contar historias acerca del personaje, o de los libros que tiene, o incluso acerca del autor. Daba mucho gusto escucharla y ver cómo le brillaban sus ojos al contar todo lo que tenía dentro y que muchas veces es difícil compartir debido a que no siempre se tiene amigos que compartan el amor por la lectura. Por supuesto que significaba un pausa en la actividad y tuve que aprender a valorar esos momentos.

Fue de mucha utilidad el tener asistentes de edades diversas entre cinco a diez años, ya que nos fuimos dando cuenta que según la edad y madurez de cada participante y grupo habrán actividades que propicien el trabajo y otras serán más complicadas de llevar a cabo. De esa manera decidimos que íbamos a trabajar con niños de entre seis a diez años, ya que encontramos a través de la práctica que ese era el rango de edad más amplio que podríamos sostener y realizar bien nuestra tarea.

Niñas entretenidas

Las mellizas

Cómo olvidar a las mellizas, unas lectoras empedernidas, muy divertidas y siempre dispuestas a participar y jugar. Rápidamente comprobamos la hipótesis de que jugando se aprende mejor, de forma más rápida y placentera. No había obligación de leer, por lo cual cada persona participaba levantando la mano. Luego de unas pocas sesiones todos querían participar porque les resultaba muy divertido, tanto debido a las diversas preguntas de Preguntín o Preguntina, como también a la serie de cuentos de la serie “Las aventuras de Bubo y Roxy”, de mi autoría.

También tuvimos que desarrollar habilidades para manejar situaciones complejas como cuando un niño se puso muy revoltoso y corrió alrededor de toda la sala, o como cuando una niña se puso a llorar porque no le gustó el personaje para interpretar en una obra de teatro, asociada a un cuento que se había leído anteriormente. Y cómo hacerlo bien porque no eran nuestros hijos. Definitivamente hay todo un campo para desarrollarse, crecer como profesional y aprender.

Encontré que la ayuda de Silvia fue más valiosa de lo esperado, ya que nos dimos cuenta que ella tenía habilidades naturales para trabajar con niños y que a ellos les encanta dibujar y pintar, ¡es algo que aman! Entonces luego de leer entre todos un cuento, hacíamos preguntas de comprensión de lectura – las cuales todos querían responder – y terminábamos con un dibujo que cada participante realizaba según su propia interpretación de una escena o personaje. Hicimos lo mismo con plastilina y los resultados fueron muy buenos.

La dulce Javiera

La dulce Javiera

Hubo dos niñas con quienes tuvimos la oportunidad de compartir más: una de ellas fue Javiera, una niña muy dulce, juguetona y divertida. Al comienzo – tal como la mayoría de los asistentes – se mostró tímida y reacia a participar. Pero después de algunas sesiones era una de las más entusiastas; llevaba libros para mostrar, comentar y compartir. Sin duda ayudó mucho que su mamá es una buena lectora y se ocupa activamente de potenciar su desarrollo en este aspecto.

Nícola

Nícola haciendo una morisqueta

La otra chica es Nícola; fue la niña de más edad que se quedó varios meses con nosotros (diez años) y ha sido todo un placer ir conociéndola. Me encantó su personalidad tranquila, chistosa y con una memoria increíble. También su estilo de dibujo tipo animé-kawaii, con el cual dibujada personajes con la melena hacia el lado, tapando la mitad del rostro, con ojos grandes. Decía que no le gustaba dibujar, ni leer, ni hacer teatro, pero finalmente hacía trabajos artísticos con mucho entusiasmo y se notaba que lo disfrutaba bastante.

Desde ya agradezco a todos quienes nos han apoyado en esta etapa, partiendo por Akana Teatro, quienes fueron los primeros en abrirnos las puertas para realizar nuestras actividades en sus instalaciones. También a Academia Deja-Vu, en donde llevamos a cabo con éxito el Chocolate literario. Adicionalmente, al Colegio Humberstone, quien a través de María José Sepúlveda – la encargada de la biblioteca – nos incluyó en las actividades del Día del libro. De forma especial a la lectora temprana Amira (mi hija menor), quien no solo hizo de primer filtro para los cuentos, sino que también me ayudaba a crear las historias cuando íbamos camino a la escuela. Y a todo quien nos ha brindado ánimo en este emprendimiento que está siendo tan lindo y refrescante para el alma.

Todavía queda mucho por aprender y desarrollar, siempre con buen ánimo de espíritu, fe y amor, ya que en el camino me di cuenta que amo escribir cuentos infantiles y pasarlo bien en los talleres de lectura infantil.

¿Qué viene ahora? ¡Muchas cosas! Los mantendremos informados desde nuestro próximo centro de trabajo en Lima-Perú.